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"Espadando, cardando e hilando". 1906. Julio García de la Puente. |
Muchas veces, nos llegan a las manos de los editores, grandes trabajos de investigación que por desgracia duermen en exceso en los cajones. Pero este no es el caso del libro que nos ocupa. Hace dos años llego , bien acompañado, de mano del editor Jesús Herrán el trabajo La Textilería tradicional en Cantabria. El autor me acerco una copia, en la cual pude observar el gran trabajo llevado a cabo durante muchos años. Este trabajo podría haber sido encargado a un docto equipo multidisciplinar - me encanta esta palabra - financiado con carisisimos fondos Europeos y ejecutado por un magno experto. Pero no, lo realizó a golpe de calcetín - bien hilado - nuestro amigo Rafael Fernández. Cuando termino en mi mesa , el autor desgrano una serie de paradas fijas, que en doloroso viacrucis, sufrimos todos los que se nos ocurre la insensata cuita de conseguir financiaciones publicas o privadas para editar, organizar o conservar partes de nuestro patrimonio. Este trabajo, si como digo lo hubiera realizado el organismo de turno, el dinero para pagarlo hubiera sido de amplio importe. Pero como, Rafa - buena persona donde las halla - solo pedía para editar su magno trabajo, no le hacía caso ni el tato.
Al comenzar las conversaciones pudimos hablar con el Sr Parets, director de la Textil Santanderina, que muy amablemente celebró el gran trabajo ante el que se encontraba y aseguró la compra de ejemplares. Un bello gesto que aseguro la publicación de este volumen y ha permitido divulgar esta importante parte de nuestro patrimonio.
Los hombres somos eslabones de una cadena. Por un lado hemos recibido información de los que han vivido antes y debemos ser transmisores de los que vendrán después. El autor, cántabro, que ejerce su actividad profesional en la industria textil en Cataluña, ha utilizado sus vacaciones laborales para recorrer la geografía de Cantabria, compaginando sus conocimientos profesionales con su pasión por la etnografía. Ha pateado durante muchos años los valles cántabros para buscar, hablar y tomar documentación de primera mano que, a causa de la evolución tecnológica, desaparece, si no podemos afirmar que ha desaparecido.
Sus conocimientos de la bibliografía existente le ha permitido investigar en Archivos y Bibliotecas en busca de la necesaria documentación que completara su labor de campo y a ello se une su claridad de exposición, sin duda consecuencia de la labor didáctica que también ejerció. La obra no es sólo la historia de la evolución de la textilería sino también el reflejo de la evolución económica de un sector que en Cantabria ha encontrado nuevos caminos. En resumen, el lector, disfrutará de una extraordinaria publicación que enriquece la bibliografía especializada en etnografía cántabra.
Entre las imágenes que acompañan el libro hay que destacar varías fotos de las mujeres que hasta fechas recientes ha ido encontrando Rafael por nuestros pueblos así como varías imágenes de paños tradicionales. Personalmente me llamo la atención la descripción de como se colaba la lana con cenizas y como se utilizaba una estructura de piedra con canaletas de drenaje, formando una especie de árbol hasta el desagüe. He observado alguna de estas piezas, ya encastradas en las paredes, y confundidas con antiguas estelas.
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Coladero vaciado y base de piedra. |
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Base de coladero en Coroneles. |
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Manta de Buyezo |
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Colcha de lino y lana. |
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Colcha de lino. Celada de los Calderones |
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ResponderEliminarGracias por tu comentario.El trabajo de Rafael es increíble. Le paso tu comentario, que seguro que le va a animar.
EliminarMe causa una gran satisfacción ver, por fin, impreso y a disposición de todo el que tenga interés en el tema, este libro sobre la textilería tradicional en Cantabria.
ResponderEliminarEn efecto, hay varias razones para ello. En primer lugar pienso que se pone de manifiesto que, en Cantabria, nuestra patria, todavía existe la sensibilidad cultural suficiente para saber apreciar un trabajo como el que este libro representa sobre investigación etnográfica en torno al desarrollo de la textilería tradicional en nuestros lares, trabajo desarrollado durante lustros por el autor.
Rafael ha recorrido a lo largo de más de 30 años toda la geografía cántabra, primero buscando y adquiriendo testimonios materiales relacionados con el tema, que quedan reflejados en el libro, y conversando en tono amable y convincente con la gente mayor de aquellos parajes cántabros más recónditos, muchas veces deshabitados y semiabandonados, que presenciaron el devenir de la textilaría artesana en sus diversas modalidades y aspectos, o tuvieron conocimiento de ello por la transmisión oral de sus mayores. En cualquier caso, un conocimiento y una tradición que en modo alguno debe desaparecer con las personas; algo que no puede permitir un pueblo culto y orgulloso de su devenir histórico como el nuestro. El autor lo ha evitado con este libro, poniéndolo a disposición de quienes sientan curiosidad por estaos temas.
Por otro lado, creo que Rafael se merece este reconocimiento, porque durante muchos años, como se ha dicho, le he visto dedicando su tiempo libre y su aportación económica a viajar por la Cantabria rural más ignota, en investigación de campo, micrófono en mano registrando el testimonio de su gente relacionada con esta actividad y recuperando piezas materiales de alto valor etnográfico en inminente riesgo de desaparición definitiva.
Hoy todas estas experiencias y conocimientos quedan plasmados materialmente en el libro que comentamos, evitando con ello su desaparición definitiva y poniéndolos, para siempre, a disposición de los estudiosos.
Ello hay que agradecerlo no sólo al autor, sino también a la entidad e instituciones que lo han hecho posible mediante su aportación económica desinteresada, lo que ha posibilitado su impresión y difusión, ya que sin esta aportación hubiese resultado imposible.
En cualquier caso, mi felicitación más cordial, Rafael.
Huberto Burgos